¿porque hacer un estudio termográfico de mi instalación? y ¿para qué sirve?
Se recomienda hacer un estudio termográfico al menos una vez al año, el motivo es simple, el principal responsable de la producción en nuestra instalación fotovoltaica no es otro que el módulo fotovoltaico o panel solar. Este es el elemento con más desgaste a las inclemencias climatológicas y por descontado el más expuesto al sol como es lógico, es por esto que cualquier problema en alguna de sus células incrementara su temperatura según la gravedad del incidente.
Por ejemplo imaginemos que una antena hace sombras en algún momento del día.
Esta sombra lejos de reducir la temperatura de las celdas del módulo al que este afectando, lo que hace es incrementar su temperatura ya que esta célula ve forzado su rendimiento al ir conectada en serie con el resto de celdas del módulo, y como hemos comentado el resto de células siguen expuestas a la luz del sol, con lo que la producción de energía es mayor en la parte del módulo que está expuesta directamente a la radiación solar y menor en la zona de sombras, haciendo que las células que se encuentran en sombra trabajen más forzadas para igualar la producción con el resto de células incrementando su temperatura.
Al igual que una sombra, la suciedad en la superficie cristalina del módulo (parte expuesta a la radiación solar) tiene el mismo efecto en el módulo solar, con lo que si tenemos en cuenta que nuestros módulos fotovoltaicos no solo están expuestos a inclemencias meteorológicas, estos también están expuestos a caprichos de diferente naturaleza como excrementos de ave, polvo...etc. Siendo los excrementos de ave en particular, especialmente dañinos, ya que son muy ácidos y corroen la superficie cristalina del módulo impidiendo que la radiación solar incida con normalidad en la zona afectada, dañando el módulo y haciendo que este se sobrecaliente hasta el punto en el que la diferencia de temperatura sea tan elevada que haga estallar la superficie cristalina del módulo y abrase el keblar protector de la parte posterior del módulo como podemos apreciar en las siguientes fotografías.
Aunque en algunos casos las señales de que algo no va bien en el módulo son evidentes a simple vista.
Se trata de no tener esas consecuencias, ya
que llegados a este punto, el módulo es irrecuperable y la bajada de producción
es un hecho. Siendo un sobrecoste para el propietario, por los costes de
sustitución de los módulos dañados y por las pérdidas de producción.
Aunque, si hubiésemos hecho un estudio
termográfico de forma periódica, se podría haber evitado llegar a perder el
módulo y tendríamos un registro de cómo van evolucionando nuestros módulos.
¿Que más ventajas tiene un estudio termográfico?
El estudio termográfico se puede aplicar a todos los componentes de nuestra instalación, para evitar que algún componente se sobrecaliente hasta el punto de quedar inservible, ya que a simple vista esto solo es visible cuando las consecuencias son nefastas para nuestra instalación, ya que pueden provocar importantes perdidas de producción.